domingo, 14 de noviembre de 2010

Quant et va costar tornar.

Conquisté el lado de la cama que aún permanecía frío. Tú dormías. Dibujé con la yema de los dedos una circumferencia sobre la vértebra que más sobresalía en tu espalda. Rocé con la punta de mis pies tu tobillo y suavemente, me incliné para hablarte al oído. El contacto de mis labios en tu oreja te hizo despertar lentamente.
Me recibió el océano de tus ojos. Mis huesos se deshicieron allí mismo y pasé a formar parte de tu pecho.
Y así, emitiendo un sollozo casi inaudible,
te confesé...

- ...Cuanto te costó regresar...

5 comentarios:

  1. Me imaginé una escena muy dulce y repleta de ternura. Qué lindo lo que escribiste:)

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  2. Es precioso...yo eso lo he vivído...fue solo hace un instante porque está en mi mente, lo vivo cuantas veces quiero...que afortunada soy, me digo en silencio para que nadie me escuche.

    La foto es mágica.

    Un beso.

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  3. Pequeños momentos tesoro que nunca se sabe cuánto de eternos pueden llegar a ser. Y bonitos dibujos abajo. Y expresivos y penetrantes ojos en las bonitas fotos de más abajo... y gracias por la sugerencia musical, no lo conocía... me gusta.
    :)
    Un abrazo

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  4. ...pasé a formar parte de tu pecho! Impresionante!

    me encanta la poesía y aquí, entre tus paredes cibernéticas, me detengo a descansar.

    Un abrazo, un placer leerte!

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