lunes, 15 de noviembre de 2010

Tú, mi antídoto




-Vete y no vuelvas. De lo contrario seguirías matándome... aunque tu ni siquiera te das cuenta de eso.
Callo y cierro los ojos, deseando que esta tortura acabe, que tus alucinaciones diarias cesen y que vuelvas a ser tú mismo. Ansiando las mañanas en las que me abrigabas entre las sábanas. Cada vez que pienso en cómo tu mente distorsiona la realidad me entran escalofríos.
-¿No me estás oyendo? Eres despreciable, vete de aquí- gritas, estas encolerizado.
Aunque salgo por la puerta del salón, no me marcho, me dirijo a nuestro dormitorio. Saco del cajón el anillo entrelazado en el colgante que me regalaste la primera vez que nos vimos. Vuelvo al salón y tu mirada me da miedo, letal, tan enigmática y oscura. No eres tú, sólo una máscara, una ilusión creada por tu mente. Creada por tu enfermedad.
-Destrúyeme si quieres Gaël, pero antes tendrás que destruir esto primero.
Con las manos temblorosas deposito nuestro tesoro sobre la palma de tu mano.
De repente dejas de estar en tensión. Tu cuello se relaja, tus manos se suavizan y la expresión de tu cara pasa del enfado a la consternación. Lloras y me pides perdón. Te percatas que has vuelto a ser víctima de uno de tus ataques.
Te acurrucas contra mi en un rincón del sofá, yo cierro los ojos, hundiendo mi nariz en tu cuello, intentando retener todo tu aroma en mi mente. Me dices que me amas y yo no lo dudo, ahora no.

Y así, como cada tarde, me pregunto si no estaré equivocada, si no estaré perdiendo el tiempo, si un día será demasiado tarde y en uno de tus ataques consigas matarme. De todos modos siempre llego a la misma conclusión, miro fijamente el colgante y despues el anillo, leo las diminutas palabras en cursiva que hay escritas en la parte interior y sonrío; Tú, mi antídoto.


-No puedo abandonarte-te susurro al oído.

4 comentarios:

  1. Joder es precioso...

    Gracias por leerme.

    Tienes razón.

    Un beso.

    LaNiñaMariposa.

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  2. Es precioso. Un amor incondicional y absoluto. Y tu forma de escribir, contando en estas escenas tan breves tanto, una auténtica delicia. Es un gran placer leerte.
    Un abrazo.

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  3. Quiero sandwich con cucarachas!
    y tiempo, que lio de cosas que hacer!

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